Santiago me recibe después de tanto tiempo,
con un paisaje sombrío.
Este Abril que me lleva hacia él,
me tiene confundida.
Me encuentra valiente y mas repuesta que la última vez,
mi viaje como bruja comenzó en él, sin saber.
Es mi lugar, donde me refugio..
que ahora llora y tiembla de frío
como lo hacía aquellos días de invierno.
En cada una de sus calles,
de sus rincones,
y plazoletas
me suelo ver..
y lo siento como un reflejo de mí.
Hay una magia en el
que nadie puede ver
e imaginar
mas allá del ruido,
y de la gente preocupada.
Esta allí, suspendida
entre el polvo
pero nadie puede verla..
mas bien, somos pocos
lo que podemos sentirla.
Santiago..
hoy me levanto suspirando por tí
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